jueves, 21 de septiembre de 2017

ANIVERSARIO LABORAL







21 Septiembre 2017. Hoy cumplo 2 años en mi actual empresa. Feliz cumple-trabajo! El tiempo pasa volando y uno no se da ni cuenta de cómo ha pasado tan rápido. Gracias GFN por devolverme al mundo Corporativo. Ha sido duro, he aprendido un montón y aquí sigo.
Y para celebrarlo he decidido introducir un pequeño cambio en mi ámbito laboral: seguir un poco más el horario laboral “oficial” y dedicarme un poco más a mi misma.
Trabajo en una empresa con un horario de lujo que nunca me he atrevido a realizar porque la cultura empresarial es muy presencial y los jefes tienen la mala costumbre de pasearse por toda la oficina para ver quien está en sus puestos de trabajo a determinadas horas. Sí sí, como lo oyes, a la antigua usanza…
Agosto es el único mes en el que me doy el lujo de hacer lo que los españoles conocemos como “jornada intensiva” (de 8h a 15h). La verdad es que es un horario muy cómodo y más para mí que soy más bien “mañanera” y mi curva de rendimiento se convierte en una cuesta arriba muy pendiente a partir de las cuatro de la tarde.
El resto de áreas de mi Departamento, sí que hay muchos días que el personal hace horario de 8h a 15h durante todo el año y se van turnando entre los compañeros para que siempre haya al menos 1 persona de guardia (a veces ni eso).
Así que tras pasar los meses de verano en los que yo he permanecido de guardia en la oficina (mis vacaciones están ya a la vuelta de la esquina), he decidido aprovechar la inercia que todavía tengo de la bendita “jornada intensiva” y reservar al menos 1 tarde a la semana para mí, para mis cosas, para cuidarme o para hacer lo que me dé la gana. Y si puedo irme a casa un poco antes de las 17h, también lo hago todo lo frecuentemente que puedo.
Y tengo que reconocer que me siento terriblemente culpable cuando lo hago, sencillamente porque no estoy habituada. Me siento como si hiciera pellas, campana, novillos… llámalo como tu quieras. En definitiva, como si estuviera haciendo algo mal.
La compañera responsable de “conciliación” me pregunta que cómo me siento por empezar a tomarme una tarde libre a la semana. Mi respuesta suele ser siempre parecida: “me siento culpable y me duele la tripa”. Ella se echa a reír y me dice que tengo que empezar a acostumbrarme. Y a acostumbrar a la empresa también. Pero el mayor cambio lo tengo que realizar en mi mente. Y eso lo tengo muy claro.
Esta semana he salido “temprano” (pasadas las 15h y antes de las 17h) más de 1 día y tengo que reconocer que cuanto más lo hago, mejor me siento. Así que voy a seguir celebrando mi 2º cumpleaños en la empresa, incentivando un poquito más el nuevo horario laboral :-)
 
 
 

EPOCA DE CAMBIOS






Escrito el 12 Septiembre 2015.... publicado 2 años más tarde...
Una nueva etapa se abre ante mí en los próximos días. Un nuevo capítulo va a comenzar a escribirse en el libro de mi vida y esta vez tengo plena confianza en que todo lo que suceda en este nuevo capítulo, va a ser exactamente lo que necesito para seguir avanzando por el camino que se vaya perfilando delante de mí día tras día. Confío plenamente en que sabré evitar tropezarme con los guijarros que sean más grandes de lo habitual y en poder atravesar valles y trepar montañas lo más fácilmente posible, aunque sea un nuevo y desconocido camino.

No puedo evitar sentir mariposas revoloteando en mi estómago desde hace un par de semanas y los últimos días mi cuerpo se está preparando naturalmente para despertarse a una hora más temprana de lo habitual.

Los dos últimos años los he dedicado a mí, a estudiar, a curiosear e imbuirme en un mundo totalmente diferente al que yo estaba habituada hasta ese momento y en el que decidí formarme en todo aquello que me llamaba la atención y que quería compartir con los demás. Siempre pensé que aunque no tuviera el éxito que yo esperaba en la nueva aventura en la que me embarcaba, todo ese nuevo conocimiento siempre estaría a mi disposición a partir del momento en el que se instaló en mí y se fundió conmigo para el resto de mi vida. Y de hecho, así es. Ahora cuento con un montón de herramientas nuevas en mi mochila que siempre podrán ser utilizadas en cualquier momento y estoy muy agradecida al universo y a mí misma, por haberme dado el permiso y la posibilidad de explorar este maravilloso y mágico mundo.

Durante ese tiempo de formación, fundé mi propia marca y di forma a mi proyecto. De la mejor forma que pude, comencé a hacer pinitos y a probar un sinfín de cosas nuevas para darme a conocer y empezar a caminar en el que ha resultado ser un duro y solitario camino de emprendeduría. Cada paso que daba me resultaba como una larguísima carrera de obstáculos y tras cada valla que saltaba me enfrentaba a una valla mayor en el siguiente tramo. Vallas que nunca me hubiera imaginado que existiesen, sobre todo las mías, las internas, porque las externas solo es cuestión de ir saltándolas cuando se está preparado internamente.

Aun así, el camino recorrido hasta ahora ha sido muy gratificante y ha estado lleno de caramelitos que han ido manteniendo mi motivación lo suficientemente alta como para no rendirme y seguir corriendo sin prisas. Y espero seguir corriendo esta carrera durante muchos años más, porque si hay algo que me ha quedado claro en estos dos años, es que mi proyecto es a muy largo plazo (muy largo para mí es 5-10 años) y que hay que ir muy despacio para irse haciendo un hueco en este mundo.

Tras una larga toma de conciencia y reflexión profunda sobre todo lo acontecido en los últimos años, allá por la primavera, mientras asimilaba e interiorizaba todo esto que acabo de expresar, empecé a pedir al universo que me facilitara una fuente de ingresos paralela y que volviera a cruzar mi camino con el camino de más personas que trabajan en equipo y con las miras puestas en un mismo objetivo común. Porque otra de las cosas que he aprendido durante mi aventura en solitario, es que a mí me gusta más caminar acompañada que sola.

Ahora, tras largos meses de paciente espera, mi petición al universo se ha visto respondida y en muy pocos días comenzaré a escribir ese nuevo capítulo del libro de mi vida.

Doy gracias a la vida por tantas oportunidades que pone a nuestro alcance día a día y por tantos aprendizajes que nos llevamos con nosotros para la siguiente etapa.

 

 

 

lunes, 18 de septiembre de 2017

SILENCIO







Llevo mucho tiempo sin escribir, 2 años para ser exactos. Justo el tiempo que llevo de nuevo en el “mundo corporativo”. Y al revisar mi blog y los últimos artículos y los comparo con lo que tengo escrito en mi ordenador, veo que tengo guardado un último artículo que nunca llegué a publicar… por lo que ya va siendo hora que vea la luz en la próxima entrega.

Muchas veces en este tiempo de silencio me he planteado que tenía ganas de volver a escribir, pero siempre me contenía por mi lugar de trabajo, por lo que represento y por lo que pudiera pasar. Pues bien, he decidido que mi trabajo no tiene que ser una limitación para uno de mis hobbies favoritos y es por ello que vuelvo a la carga y con la intención de empezar a desempolvar buenos y viejos hábitos temporalmente perdidos.

No más silencio y sí más dedicación a aquello que me llena y me hace feliz.