Escrito el 12 Septiembre 2015.... publicado 2 años más tarde...
Una nueva etapa se abre ante mí
en los próximos días. Un nuevo capítulo va a comenzar a escribirse en el libro
de mi vida y esta vez tengo plena confianza en que todo lo que suceda en este
nuevo capítulo, va a ser exactamente lo que necesito para seguir avanzando por
el camino que se vaya perfilando delante de mí día tras día. Confío plenamente
en que sabré evitar tropezarme con los guijarros que sean más grandes de lo
habitual y en poder atravesar valles y trepar montañas lo más fácilmente
posible, aunque sea un nuevo y desconocido camino.
No puedo evitar sentir mariposas
revoloteando en mi estómago desde hace un par de semanas y los últimos días mi
cuerpo se está preparando naturalmente para despertarse a una hora más temprana
de lo habitual.
Los dos últimos años los he
dedicado a mí, a estudiar, a curiosear e imbuirme en un mundo totalmente
diferente al que yo estaba habituada hasta ese momento y en el que decidí formarme
en todo aquello que me llamaba la atención y que quería compartir con los
demás. Siempre pensé que aunque no tuviera el éxito que yo esperaba en la nueva
aventura en la que me embarcaba, todo ese nuevo conocimiento siempre estaría a
mi disposición a partir del momento en el que se instaló en mí y se fundió
conmigo para el resto de mi vida. Y de hecho, así es. Ahora cuento con un
montón de herramientas nuevas en mi mochila que siempre podrán ser utilizadas
en cualquier momento y estoy muy agradecida al universo y a mí misma, por
haberme dado el permiso y la posibilidad de explorar este maravilloso y mágico mundo.
Durante ese tiempo de formación,
fundé mi propia marca y di forma a mi proyecto. De la mejor forma que pude,
comencé a hacer pinitos y a probar un sinfín de cosas nuevas para darme a
conocer y empezar a caminar en el que ha resultado ser un duro y solitario
camino de emprendeduría. Cada paso que daba me resultaba como una larguísima
carrera de obstáculos y tras cada valla que saltaba me enfrentaba a una valla
mayor en el siguiente tramo. Vallas que nunca me hubiera imaginado que existiesen,
sobre todo las mías, las internas, porque las externas solo es cuestión de ir
saltándolas cuando se está preparado internamente.
Aun así, el camino recorrido
hasta ahora ha sido muy gratificante y ha estado lleno de caramelitos que han
ido manteniendo mi motivación lo suficientemente alta como para no rendirme y
seguir corriendo sin prisas. Y espero seguir corriendo esta carrera durante
muchos años más, porque si hay algo que me ha quedado claro en estos dos años,
es que mi proyecto es a muy largo plazo (muy largo para mí es 5-10 años) y que
hay que ir muy despacio para irse haciendo un hueco en este mundo.
Tras una larga toma de conciencia
y reflexión profunda sobre todo lo acontecido en los últimos años, allá por la
primavera, mientras asimilaba e interiorizaba todo esto que acabo de expresar,
empecé a pedir al universo que me facilitara una fuente de ingresos paralela y
que volviera a cruzar mi camino con el camino de más personas que trabajan en
equipo y con las miras puestas en un mismo objetivo común. Porque otra de las
cosas que he aprendido durante mi aventura en solitario, es que a mí me gusta
más caminar acompañada que sola.
Ahora, tras largos meses de
paciente espera, mi petición al universo se ha visto respondida y en muy pocos
días comenzaré a escribir ese nuevo capítulo del libro de mi vida.
Doy gracias a la vida por tantas
oportunidades que pone a nuestro alcance día a día y por tantos aprendizajes
que nos llevamos con nosotros para la siguiente etapa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para compartir conmigo cualquier cosa, puedes dejarme aquí tu comentario con perfil "anónimo". Si quieres deja tus iniciales en el texto que escribas. ¡Me encantará leerte!