Ayer volví al gimnasio tras 3
semanas de ausencia.
Y los motivos de dicha ausencia
han sido por “fuerza mayor” como suelen decir por ahí, no por mero capricho mío:
2 semanas por dedicarme a mi formación particular y 1 semana más por descanso
anual del propio gimnasio.
Cuando nos apuntamos al polideportivo
de nuestra localidad, hace ya casi 1 año, a mi me costaba un montón encontrar
la motivación para levantarme cada día al toque del despertador y enfundarme en
un chándal para la sesión matutina de deporte. Mi marido me tenía casi que
arrastrar para que fuera con él!
Empecé haciendo spinning, hasta
que me dio por probar las clases monitorizadas que siempre me llaman la
atención y me quedé con ellas. A mí eso de la sala de máquinas no me termina de
hacer tilín…
Pero cuál ha sido mi sorpresa
este verano, que no solo he encontrado la motivación para ir al gimnasio yo
sola (cosa que me daba una pereza terrible), sino que además voy cada día que
puedo. Y si puedo ir los 5 días de entre semana, pues allá que voy sin pensármelo
2 veces!
Y hoy, segundo día de clase, me
he sorprendido más todavía, cuando después de pegarme una paliza con una clase catalogada
como “roja” (TBC: “total body conditioning” que es dura de pelar…) (lo de los
colorines lo explico más abajo) y que me ha pillado totalmente desprevenida, he
ido a las espalderas a estirarme un poco después de dicha clase y al ir hacia
los vestidores, he vuelto a mirar el horario de clases y he visto que había una
clase “naranja” de las que a mí me gustan (estiramientos), así que ni corta ni
perezosa y como no tenía en mi agenda nada mejor que hacer esta mañana, me he
vuelto a meter en clase dispuesta para hacer 50 minutos más de ejercicio.
Ha sido la primera vez que he
hecho “doblete” en este gimnasio. Y eso lo celebro colgándome una medalla
imaginaria en la pechera, como es habitual en mí. Celebro cada pequeña cosa que
consigo y cada pequeño paso que doy más allá de lo habitual J
Y es que en agosto han cambiado
un poco las clases monitorizadas y en el horario que yo voy, ya no hay
exactamente las mismas clases que había hasta ahora.
Cada día hay clases diferentes y
están catalogadas por colores, verdes, naranjas y rojas, según la dificultad y
la intensidad del ejercicio a desarrollar: estiramientos, body pump,
tonificación, TBC, GAP… Las de color azul, son las actividades acuáticas que se
hacen dentro de la piscina, pero el agua se la dejo a los peces que yo ya me
dedico a hacer snorquel siempre que puedo en mar abierto J
Entre el ejercicio y la dieta de
la que he hablado en mi post anterior, espero que la operación “bajada” de más
frutos de los que ya está dando actualmente. Mens sana in corpore sano!
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