sábado, 12 de septiembre de 2015

AGOSTO 2015





Contra todo pronóstico, el mes de Agosto ha terminado siendo un mes movidito y afortunadamente muy entretenido, por lo que estoy muy agradecida a la vida y al fluir de las cosas.

El día 1 llegó mi marido de trabajar para compartir unos días de merecido descanso juntos y el tiempo nos acompañó, dejándonos disfrutar plenamente de unos días de playa y vacaciones al 100%.

El día 5 llegó mi hermano mayor con su hija y el nuevo miembro de la familia: Toby, un simpático y educado perrito cruzado, heredado de la madre de mi sobrina, quien lamentablemente trascendió del plano físico hacía apenas 1 mes. Descansa en paz MPM.

Me encantó la visita que me hizo mi familia, porque esta vez hemos hecho cosas diferentes a las que solemos hacer habitualmente. Normalmente nos quedamos por la zona en la que vivo y alrededores, disfrutando de la playa matutina y paseos al atardecer, pero esta vez hemos disfrutado también de visitas a localidades más alejadas, que ellos no conocían y que normalmente yo no visito. También fuimos a algún que otro evento nocturno en la gran ciudad, cosa que habitualmente tampoco suelo hacer. Así que fue una primera quincena de Agosto diferente y muy entretenida. Gracias hermanito por regalarme unos estupendos días con vosotros.

Tras el trasiego que tuve en casa hasta casi mediados de mes, luego me pasé encerrada sin salir de ella durante 3 días seguidos. Creo que mi cuerpo, mente y espíritu necesitaban simplemente descansar y estar a solas conmigo misma.

Tras unos pocos días de vuelta a mi normalidad en solitario, en los que pude disfrutar con mis amigos de siempre de la ya habitual cena de verano (que bueno estaba todo AO!!), mi amiga CB me propuso acompañarla unos días a las fiestas de su pueblo, cosa que hice sin pensármelo 2 veces y disfruté como una niña pequeña de unas fiestas distintas a las que nunca había asistido. Gracias C por darme la oportunidad de conocer ese entretenido “pasacalles” con sus “diablos” y todos esos maravillosos y espectaculares fuegos artificiales de la popular “carretillada” de tu querido pueblo. ¡Disfruté como una enana!

A continuación fue ella – CB – la que vino a mi localidad para pasar unos días junto al mar. Para mi sorpresa (y creo que también la suya) pudimos disfrutar de varias jornadas playeras pese a su alergia al sol. Hace varios años que otra de mis hermanas descubrió las maravillas de las sombrillas que disponen de un recubrimiento metálico en su parte interior y que no dejan pasar absolutamente nada de sol, por lo que puedes pasar horas debajo de esas sombrillas sin protección solar (que no es el caso) y sin quemarte ni un ápice. Gracias C por atreverte a probar algo diferente pese a las antiguas reacciones de tu sensible piel.

Y así casi sin darme cuenta se me pasó el mes de Agosto, que yo preveía en solitario y sin mucho más que hacer que disfrutar de la playa, la lectura y alguna que otra visita a las salas de cine cercanas.

Si hay algo que he conseguido finalmente durante los últimos años de mi vida, es aprender a tener paciencia y a no precipitarme en querer que ocurran los acontecimientos. Ninguno de ellos y de ningún tipo. Simplemente si uno espera pacientemente y vive sin expectativas más allá de las de disfrutar de cada día tal y como venga, todas las cosas se van poniendo en su sitio y donde al principio se divisaba un futuro un poco grisáceo, resulta que el presente de cada uno de esos futuros días tiene sus propios colores y estos van cambiando cada día.

 
 

 

jueves, 30 de julio de 2015

RETOMANDO EL BLOG

 
 
Desde mediados de marzo. Si, hace 4 meses y medio que no escribo nada en este blog y no es por falta de ganas ni falta de ideas, sino más bien porque le he dado prioridad a otras cosas antes que a seguir escribiendo en el blog y ha ido pasando el tiempo….
Con la finalidad de crearme una rutina y “hacer callo” para generar ideas para mi blog profesional (porque os digo, escribir un artículo semanal para un blog profesional no es tarea fácil) puse la directa y estuve varias semanas levantándome cada día y yendo directa al teclado para escribir sobre cualquier cosa que se me pasara por la cabeza. Eso generaba ideas para mi  blog del trabajo, por lo que me tenía que repartir el tiempo entre mis distintos blogs y siempre hay alguno que sale un poco más perjudicado. Esto junto al hecho de que retomé mis sesiones matutinas de bici justo a la hora en la que solía escribir (nada más levantarme), poco a poco este blog se fue quedando de lado.
Pero llevo semanas pensando precisamente en eso, en que lo tengo muy abandonado cuando él ha sido precisamente un gran compañero de aventuras durante mucho tiempo y no se merece que lo trate de esta manera, así que voy a intentar volver a activarlo.
Y justamente hoy leía en el blog de Clara Ávila (marketing digital) que un blog hay que escribirlo porque te apetece, no por obligación, porque a menudo cuando haces las cosas por obligación se convierten en trabajo y eso puede dejar de ser divertido.
Yo soy de esas personas que escribe sin ninguna expectativa. Ni miro cuanta gente me lee, ni sigo ningún plan estratégico para escribir el contenido. Simplemente escribo por placer, porque me gusta y porque me entretiene. Eso sí, tiene que ser solo cuando me apetece y porque me apetece escribir, porque si no, esto no funciona. Y no sé si esto está bien o está mal y si tiene razón de ser, pero así es como es y si es así, así es como tiene que ser. ¿Qué rebuscada la frase, no? Jajajaja. Seguro que tu entiendes lo que quiero decir con ella.
Así que ahora que tengo más tiempo libre porque estamos en los meses veraniegos y la gente piensa más en vacaciones que en cualquier otra cosa, voy a ver si me entretengo contando historietas sobre las cosas que se me pasen por la cabeza. Como es habitual en mí y como es la finalidad de este blog.
Gracias por leerme.
 
 
 


viernes, 13 de marzo de 2015

QUIERO UN PISO CON PARQUET



Dicen que las cosas que más cuesta conseguir, suelen merecer la pena. Por otro lado también dicen que las cosas que queremos en la vida, si están en nuestro destino, son fáciles de conseguir (o deberían).

Estoy de acuerdo con ambos dichos, aunque el primero es el que te hace pasarlas canutas antes de conseguir tu objetivo y del segundo casi ni nos acordamos cuando hemos conseguido tan fácil y rápidamente eso que deseábamos.

Tengo una compañera de clase que se quiere cambiar de piso y ayer precisamente nos contaba, lo rápido y fácil que ha surgido todo en esta ocasión. Ella quería dejar su piso de propiedad en la ciudad, para mudarse a las afueras a un piso de alquiler. Y parece que ha conseguido hilar todo eso en tan solo 3 días. No sé cuánto tiempo ha tardado en encontrar ella el piso de alquiler, negociar el contrato y firmar la fecha de entrada al mismo, pero en cuanto hizo eso, puso su propio piso en alquiler y al día siguiente tuvo 2 visitas de las cuales una de ellas ya se ha quedado con él. Dicho y hecho, objetivo conseguido. Así de fácil y así de rápido.

Recuerdo perfectamente cuando yo me trasladé a vivir de una ciudad a otra dentro de mi país. Yo venía de una ciudad donde lo “normal” es que los pisos tengan parquet y me trasladaba a una ciudad donde lo “normal” es que los pisos tengan suelos de baldosín. Pero no un baldosín bonito (para mi claro, que para gustos están los colores…) sino que por lo general y por lo que he visto, suele ser un baldosín de puntitos de colores, de esos que a mí me espantan. Además que me parecen súper fríos.

Así que yo en mi empeño de encontrar un piso con suelo de parquet, buscando y buscando en los anuncios clasificados del periódico (como se hacía por aquellos tiempos hace ya 15 años) encontré uno que pintaba bien y le dije a mi marido que fuéramos a visitarlo para ver como era. Él era un poco reacio a la zona de la ciudad en la que estaba ubicado, pero a pesar de eso, fuimos a verlo.

Yo estaba de visita en la ciudad esos días y el piso lo enseñaban hasta determinada hora. No recuerdo bien por qué, pero como desde el metro más cercano teníamos unos 10 minutos de caminata, al final llegamos 15 minutos más tarde de la hora que nos habían dicho y obviamente ya no pudimos verlo, así que nos quedamos mirando el balcón que se veía desde la calle, soñando como sería ese piso por dentro.

Estaba ubicado en una zona muy residencial y todo lo que se veía alrededor eran edificios de pisos bajos (unos 3-4 alturas como máximo) y pocos locales comerciales. Había que subir unas escaleras de piedra muy anchas para acceder a una especie de patio exterior, donde estaba ubicado el portal y un par de columpios. La verdad es que la zona se veía bastante tranquila.

Así que nuestro gozo en un pozo y nos dimos media vuelta. Primer intento: fallido.

Luego volvimos una segunda vez, pero no recuerdo qué pasó, que tampoco pudimos verlo. Y ya van dos. ¡La cosa se ponía complicada para ver el dichoso piso!

Finalmente, cuando yo ya había vuelto a mi ciudad de residencia por aquellos tiempos, mi marido y mi suegra consiguieron ver el piso. A la tercera va la vencida!

Resultó ser una “bombonera” como lo llamaba mi suegra. Un piso pequeñito con 2 habitaciones y prácticamente no había metros cuadrados perdidos. Era una monada. Eso sí, tenía un color pitufo en las paredes, que mi marido se tiró no sé cuántos días pintándolo de color claro (ya no recuerdo si blanco, crudo o crema) y pensaba que ese color no se iría nunca. Pero se fue.

Lo mejor del piso era el parquet. Y yo feliz. Estuvimos en ese domicilio nuestros primeros 3 años de convivencia en España.

A veces las cosas que nos cuestan conseguir, merecen la pena el esfuerzo y las decepciones iniciales.

¡Que tengas un buen fin de semana!

 


 


jueves, 12 de marzo de 2015

¿CUÁNDO SE ACABARÁ LA CRISIS ECONÓMICA?




Ayer aprendí algo nuevo que me pareció muy interesante y no quiero dejar de compartir esta información que me parece algo básico de cultura general y que nos deberían de enseñar a todos en el colegio.

Como todo en la vida, existen ciclos con altos y bajos. Ondas que suben y bajan en un vaivén repetitivo como si fueran bailarinas sincronizadas. Cuando llega la parte de subida, todo va bien, todo es positivo y todo es bueno (sobre todo en el punto más álgido o alto de la onda). Cuando llega la parte de bajada, todo se precipita, todo va mal y todo es negativo y malo (sobre todo cuando se toca fondo en el punto más bajo del todo).

Hace 100 años existió un economista ruso llamado Nicolai Kondratiev que se dedicó a investigar los ciclos económicos desde la época del año 1500. Descubrió que la economía capitalista tiene unos ciclos repetitivos que se componen de “x” años en los que todo va bien, la economía crece y hay ganancias para todos pero tras este periodo sucede algún tipo de cataclismo que hace que llegue una depresión muy importante, causando una gran crisis de la que luego cuesta varios años recuperarse antes de volver a alcanzar una relativa estabilidad económica de nuevo.

Hasta aquí bien, interesante y para mí ya es algo nuevo que intuía pero que nunca nadie me había explicado así.

Por lo visto hay 2 tipos de ciclos de estos, uno largo y uno corto. El largo se llama “ciclo primario” y el corto se llama “ciclo secundario”. Y en secundario está contenido dentro del primario varias veces. Enseguida te lo explico para que lo entiendas mejor.

En el año 2007, conocí a A.Z. un gurú financiero y personaje interesante que me cautivó con su energía y su maravillosa forma de comunicar. En aquellos tiempos, él ya dijo que la crisis duraría hasta el año 2017. Yo me quedé pensando que eso era demasiado tiempo… que horror, ¿¿¡¡10 años de crisis!!??

Va pasando el tiempo – los años mejor dicho – estamos ya en el año 2015 y esto sigue sin tener muy buena pinta de ir mejorando. El paro en mi país va por cifras desorbitadas y todavía no vemos la luz al final del túnel. Parece que A.Z. no iba muy desencaminado… ¿pero cómo sabía él eso? ¿Qué bola mágica tenía que le hacía predecir con tanta certeza que la crisis iba a durar 10 años seguidos?

Ayer lo entendí todo. Fue como si hubieran encendido una luz y de repente viera una habitación con una pizarra en la que estaba todo escrito. Se me cayó una gran venda de los ojos. Desde luego que la información es poder. Es de gran utilidad y te hace no ir ciego ni dormido por la vida.

Retomando lo de los ciclos económicos, según el Sr. Nicolai y otros expertos en el tema, existen 2 tipos de ciclos económicos:

CICLO PRIMARIO – de unos 70 años de duración a los que les sigue un periodo de 10 años de recuperación (de crisis).

CICLO SECUNDARIO – de unos 10 años de duración a los que les sigue un periodo de 3-4 años de recuperación (de crisis).

Ahora mismo nos encontramos en plena fase de recuperación de ambos ciclos, donde se combina una crisis de 3-4 años de duración contenida dentro de una crisis todavía mayor y de 10 años de duración.

¿Impactado? ¿Se te ha caído la venda de los ojos? Porque para mí fue como si me hubieran dado con un palo en la cabeza y ahora me siento mucho más despierta.

Si vas investigando y remontas la historia de la economía mundial de 10 en 10 años, verás que siempre ha pasado algo muy grave que ha hecho que la economía mundial se tambaleara hasta sus mismísimos cimientos: quiebras de bancos, guerras, atentados… ¡¡¡buff!!!

Por eso he comentado antes que el ciclo secundario está contenido dentro del primario varias veces. Afortunadamente para nosotros, el ciclo primario de unos 70 años de duración con su consecuente crisis de 10 años (la que estamos viviendo justo ahora), solo lo vivimos 1 vez en la vida. Y el ciclo secundario nos impacta varias veces, aunque tengo que reconocer que solo me estoy enterando de estos ciclos “cortos” en determinados momentos de mi vida adulta como trabajadora, que es cuando me tengo que buscar la vida para tener ingresos estables y hay veces que va mejor y veces que va peor. Ahora lo entiendo todo.

Buscando en San Google sobre este señor ruso, he visto que los ciclos primarios duran 50-60 años y no 70. En definitiva, tampoco importa tanto. El caso es que hay un periodo muy largo tras el que viene una gran crisis que parece que no se va a acabar nunca y que durante ese periodo largo, vienen otros periodos pequeñitos que tienen altibajos que nos permiten tener respiros de vez en cuando.

Lo que sí que parece claro es que después de este tipo de depresiones tan profundas, la forma de trabajar cambia, porque estos 10 años de crisis son como un periodo de “limpieza” para la economía, donde los que no van bien son eliminados del mapa y los que funcionan siguen creciendo imparablemente. Y si no que se lo digan a Amancio Ortega, el dueño de ZARA.

Así que ya sabes, para el 2017 empezaremos a ver esa “luz al final del túnel” y mejor que estés preparado para un nuevo – pero pequeño – bajón en 2026.

¡Que tengas un buen día!

 
 

 

lunes, 9 de marzo de 2015

LA MENOPAUSIA, ESA GRAN DESCONOCIDA






Tengo que reconocer que este fin de semana me quedé impactada cuando vi en la farmacia un test de menopausia. Igualito que el test de embarazo, pero para la menopausia. Supongo que me pilló totalmente desprevenida y no pude evitar sorprenderme al verlo.

Estaba encima del mostrador y la publicidad decía:

“¿Tienes el periodo intermitente?”

“¿Tienes sofocos?”

“¿Tienes cambios de humor?”

“¿Tienes sequedad en la piel?”

Y alguna que otra pregunta más que yo relacioné inmediatamente con la menopausia, porque ya llevo un tiempo oyendo hablar de ella y de sus “no muy agradables efectos secundarios”.

No pude evitar coger el envase y mirarlo por los cuatro costados y sus dos partes principales como si fuera un marciano venido de otro planeta. Allí estaban las instrucciones de cómo usarlo y la foto de dicho artilugio y las dos famosas rayitas de color rojo en distintos tonos, como si fuera un “predictor” (test de embarazo) o similar y te mostraba claramente cuál era el resultado válido, cual el falso y cual el que no quedaba claro si el resultado era positivo o negativo.

Por lo poco que voy hablando del tema con mis hermanas mayores, veo que en mi familia hasta entrados los 50 no hay que preocuparse por este tema, pero conozco gente que ya está experimentando estos cambios en la cuarentena y la verdad es que lo pasan muy mal.

Recuerdo que mi hermana mayor me contaba que nadie te prepara para la llegada de la menopausia. Nadie te cuenta como es, los síntomas que tienes y como lo vive cada persona. Que las mujeres pasan por este proceso solas y que no es nada agradable.

No sé si ya existirán las charlas para prepararte para este cambio en la vida (yo que soy alumna de aula), pero no estaría de más que a alguien que ya ha pasado por ello se le ocurriera empezar a compartir con el mundo cómo se vive algo así y que pusiera al alcance de cualquier mujer en edad de cambios de esta envergadura, alguna que otra recomendación para llevarlo un poquito mejor. Digo yo…

Una anécdota que no se me olvidará nunca fue cuando AG me contó que como tenía unos síntomas extraños y ya había entrado en la cuarentena, pidió que le hicieran las pruebas de la pre-menopausia y le dijeron que no es que tuviera la menopausia, sino que lo que le pasaba era que estaba embarazada.

¡Esto es la monda! Cuando uno ya cree que está pasando a otra etapa de la vida, resulta que sí, que hay un paso a otra etapa, pero no a la que ella se esperaba, sino que retrocedió hacia atrás unos cuantos años y tuvo que empezar de nuevo a cambiar pañales… y feliz que anda ella ahora con su retoño y uno de los grandes amores y pilares en su vida. ¡Enhorabuena prima!

Otro caso que recuerdo fue cuando me trasladé hace unos años a trabajar una temporada en  la capital española y me encontré con una mujer de casi 60 años, ¡abanicándose en la oficina en pleno noviembre! Eso sí que me impactó. Pensé “a esta mujer le debe de pasar algo, porque no es normal que en noviembre una esté con el abanico en mano dale que te pego….”

Yo que sí que soy de las de llevar abanico en el bolso, porque en verano sí que lo uso a menudo para combatir el calor, me chocó enormemente ver a alguien usando un abanico casi llegado el invierno.

Semanas más tarde, cuando ya teníamos un poco más de confianza, me contó que a ella le vino la menopausia antes de los 50 y que no estaba por la labor de sufrir las consecuencias de dicho cambio por aquel entonces. Que no se sentía preparada. Así que por lo visto se puso no sé qué parches (o algo parecido, ya no recuerdo los detalles) que le retrasaron la llegada de dicho cambio, unos 7 o 10 años tranquilamente.

Otra vez sorprendida me quedé, ya que no tenía ni idea de que también existía la posibilidad de retrasar la llegada de la menopausia químicamente…

Y es que parece que no sé si es por el país, por la sociedad, por la generación, o por la familia en la que me ha tocado vivir, pero se me antoja que muchos temas relacionados con el sexo, fueron, son y siempre serán tabú para los restos de la eternidad y que nadie habla naturalmente de ellos.

Pero bueno, los tiempos cambian y por mucho que le pese a los que no creen en los cambios, las personas también cambiamos, así que yo este es un tema del que hablo con la misma naturalidad que puedo hablar de la famosa cámara de tortura sexual del archiconocido Christian Grey.

¡Feliz Menopausia!

 

viernes, 27 de febrero de 2015

INSPIRÁNDOME EN LO CERCANO

 




Tengo un amigo, AN, que recientemente ha empezado a dar charlas gratuitas para promocionar sus talleres, pero no son la típica charla rollo (o no tan rollo) en la que te cuentan los beneficios de una cosa en concreto, te explican para que sirve y luego pasan el papelito para que te apuntes a probarlo. No, no son exactamente de este tipo de charlas.

Lo del papelito sí que lo hace, pero la finalidad del mismo es, sobre todo, saber qué red social es la que más capta al personal (cómo se han enterado de que daba una charla), averiguar si la gente está interesada en alguno de sus talleres y empezar a dar forma a una nutrida base de datos para luego poder ir informando de sus actividades via email.

Pero la forma que tiene de dar las charlas y los nombres que usa para publicarlas, me fascina. Y ya le he dicho que ha pasado a ser una de mis fuentes de inspiración.

Hacía ya tiempo que quería ir a escucharle, porque ha sido compañero mío de estudios y me interesa ver como enfoca los temas de los que yo también sé, pero que yo no tendría todavía muy claro cómo enfocar (cada uno tiene su habilidad, que le vamos a hacer).

Y es que él se pone a hablar de un tema concreto, explicándote como funcionamos como personas: cómo funciona nuestra mente y nuestra forma de actuar, por qué reaccionamos de una forma o de otra… y luego pone ejemplos prácticos que ilustran perfectamente lo que quiere transmitir. Los asistentes se animan y participan activamente en las charlas, poniendo sus ejemplos y sus experiencias en la vida. Eso le da mucha vidilla al grupo. Y durante la charla, AN siempre, siempre, siempre, te da herramientas prácticas para que puedas empezar a usarlas nada más salir por la puerta del garito donde hace las charlas. ¡Y eso me encanta!

Porque esta es otra cosa que también me gusta, el punto de encuentro. Hace las charlas en una tetería “mini” de la zona en la que él vive, donde caben poquitas personas y donde prácticamente le cierran el chiringuito para que tenga la tranquilidad de no tener un público no interesado en lo que tiene que transmitir al mundo. Porque hay que ser realistas, no todo el mundo está interesado en lo que a él le gusta compartir.

Así que después de ir a la primera charla, fui a la segunda y ahora ya me he apuntado a la tercera. Por que como ya he dicho, aparte de ser mi amigo y compañero de estudios, me gusta mucho la forma en la que cuenta aquello que quiere compartir con los demás y la forma en la que plantea cada tema.

La comunicación es su punto fuerte – así lo dice el también – y le gusta hacerlo sobre todo de forma presencial, por escrito también pero presencialmente se lo pasa mejor. Y es curioso que ya empiezo a ver las mismas caras en las charlas a las que he ido y estoy segura que en la siguiente voy a volver a ver caras conocidas. Al final formaremos una pequeña familia bien avenida J

La otra cosa que he comentado que me gusta mucho es la forma en la que anuncia sus charlas. Los títulos de las charlas para ser más concretos. Porque no son los típicos títulos generales y evidentes con los que piensas “vale, ya sé de qué va el tema”. No, te hacen pensar, porque están planteados desde otra manera de pensar las cosas. Es como si con el título te estuviera traspasando ya un aprendizaje. Lo pone todo siempre “en positivo” pero de una forma que hasta que no te explica exactamente lo que quiere transmitirte (que es la esencia del aprendizaje que se recibe en sus charlas) nunca te hubieras planteado el tema de esa otra manera de ver el mundo en la que lo plantea él. Es que hasta me cuesta explicarlo y verbalizar exactamente lo que quiero transmitir… ¿Se me entiende? Porque hasta yo misma me acabo de hacer un lío!! Jajajaja.

Así que a raíz de esas charlas he empezado yo a estrujarme la neurona para pensar en títulos divertidos y originales para mis artículos, que no sean los aburridos y obvios de siempre. Y me he dado cuenta que esa sencilla y simple cosa, me tiene entretenida y me divierte un montón. Algo tan simple como pensar en otro título para “consigue tus objetivos” o “consigue adelgazar” o “cambia de trabajo”.

¿Se te ocurren cosas divertidas, originales y diferentes para estos titulares?

¡Que pases un buen día!



 

jueves, 26 de febrero de 2015

SIWAK, EL ANCESTRAL CEPILLO DE DIENTES DEL FUTURO

 



Se me vienen un par de refranes populares a la cabeza a los que no paro de darle vueltas… “allá donde fueres, haz lo que vieres” y “vaya yo caliente, ríase la gente”.

Y es que está muy bien hacer algo en el lugar donde ves que se suele hacer, pero si sacas eso de aquel lugar y situación en la que lo has vivido y te ha parecido hasta curioso, a lo mejor queda hasta mal y todo. Y pensando pensando, creo que eso debe de venir de nuestra cultura y educación. O simplemente porque no estamos acostumbrados a ver algo en concreto y precisamente por eso nos choca.

Ayer iba en el tren (para variar) y en un momento determinado noté que delante de mí iba sentado un chico de color, de unos 20 años. Él iba sentado en unos asientos de 4 y yo estaba al otro lado del pasillo en una fila corredera de varios asientos. Más o menos me pillaba justo enfrente.

Me llamó la atención que tenía en la mano una especie de “palulú” que no paraba de chupar. Hasta aquí bien. Incluso pensé “anda mira, todavía existe gente que come el famoso palulú que comía yo hace 30 años…”(por cierto, esto me recuerda que me estoy haciendo mayor…). Ese palito que parecía una pequeña rama de árbol, que era blandito y que sabía a regaliz. Cuantos de nosotros no habremos comido un palito de esos… ¡Qué recuerdos de mi infancia!

Al cabo de un rato volví a levantar la mirada de mi móvil (si, si, me confieso, soy una de esas personas pegadas al móvil cuando voy en transporte público… aprovechando el tiempo, como digo yo, jejeje), bien pues como los chicos que estaban sentados en los mismos asientos que este chico en cuestión hablaban para todo el vagón de tren, en un momento dado que levanté la cabeza, vi al chico este del palulú dale que te pego con el palito en los dientes: chic-chac, chic-chac, chic-chac. Por un momento me quedé estupefacta…. No paraba de darle para delante y para atrás, por encima y por debajo, por las paletas y por las muelas, incluso a veces con la boca bien abierta por la parte interior de la boca, como si se estuviera pasando un palillo de dientes.

Esa imagen me impactó tanto que me quedé observando a ver que hacía y cómo lo hacía durante unos cuantos segundos seguidos. Luego el resto del viaje, me dediqué a observar discretamente como esta persona llevaba a cabo su ritual de higiene bucal, delante de desconocidos y sin importarle un pimiento lo que los demás pudieran pensar de él (o sí, vaya Vd. a saber…).

Tras el primer impacto, recordé que había visto en algún documental que en África es típico lavarse los dientes usando una rama de árbol. O por lo menos esa fue la “síntesis” con la que yo me quedé de ese documental. Así que tras el impacto, vino el recuerdo y luego la fascinación.

También sentí asco, para que negarlo, porque culturalmente en Europa no acostumbramos a lavarnos los dientes con un palo y mucho menos delante de todo el mundo. Es algo que solemos hacer en privado y en un cuarto de baño, lavabo, aseo, o donde nos pille, pero generalmente lo hacemos en un lugar cerrado y normalmente sin público.

Bueno, pues hace un rato cuando estaba buscando fotos en google para subir el artículo al blog, he puesto en el buscador “palo para limpiarse los dientes” y me he quedado sorprendida de ver tantísimas fotos sobre el “SIWAK”, que es así como se llama el “palulú” en cuestión….

Y justo ayer hablando con las Mosqueteras, BM me dijo que ella había visto tal “instrumento” en una tienda ecológica y hasta se había planteado comprarlo. ¡Casi me parto de risa! Y me he reído todavía más cuando he visto en google que la primera foto que me salía con eso de “palo para limpiarse los dientes”, era precisamente la publicidad de una tienda ecológica anunciando “cepillos de dientes naturales y ecológicos” y unas fáciles instrucciones ilustradas de su uso: ponerlo en remojo y cuando esté blandito pelarlo un poco, separar las cedras y ala, a rascar.

Con lo poco que he leído por encima y en diagonal, he aprendido que el Siwak se usa en la cultura musulmana para purificar la boca, así que he concluido (no sé si correcta o incorrectamente, pero eso no me importa) que aparte de africano, este chico debe de ser musulmán.

Creo que lo que más me ha llamado la atención de toda esta historia es saber que este tipo de prácticas se está introduciendo en las tiendas ecológicas de occidente. Y es que no hay nada como las técnicas ancestrales y naturales de mis amigos los africanos (tengo predilección por ese continente en concreto). Pero espero de todo corazón que si esta práctica se extiende, los Europeos sigamos haciendo buen uso de nuestra educación y sigamos utilizando un espacio privado para llevar a cabo nuestras tareas de higiene bucales, ya sea con un cepillo de dientes de plástico de los de toda la vida, o con un palulú reconvertido a instrumento de higiene bucal.

He dicho.

 


sábado, 21 de febrero de 2015

EL ARTE DE NO ESPERAR NADA




Esta mañana me he levantado con ganas de escribir (como viene siendo habitual últimamente) y estaba desperezándome en la cama, cuando me he puesto a pensar que realmente no sabía sobre qué escribir y que a lo mejor había llegado el día donde tendría que hacer eso de escribir 3 folios repitiendo continuamente la misma frase: “hoy tengo que escribir 3 folios y no sé sobre que escribir”.

He dejado esa idea de lado despreocupadamente y me he levantado sin más. He preparado el desayuno mientras pensaba que hoy tengo que ir a la compra, y mientras desayunaba ya me he acercado el ordenador a la mesa con la curiosidad de ver que se cuece por las redes sociales. Finalmente he acabado mirando las novedades de Facebook.

Me ha llamado la atención un artículo que ha enviado mi amiga BM a una de sus buenas amigas, EN, en el que se habla sobre no esperar nada de nadie ni de nada (incluida la vida) y en como cuando realmente llegas al punto de desapego de todo y de todos, la vida te empieza a dar sorpresas.

En ese momento ya me he inspirado sobre qué tema escribir, porque eso de las expectativas que tenemos en la vida continuamente, es un tema sobre el que ya he hablado en más de una ocasión.

Y es que es tan importante tener desapego a los resultados para no llevarnos decepciones en la vida una y otra vez, que es algo que intento practicar conscientemente a diario pero reconozco que es un trabajo en el que hay que ser constante y del que hay que observar mucho porque de él se aprenden muchas cosas interesantes.

Nuestro inconsciente es muy tramposo y muchas veces nos engaña con simples trucos, porque a veces pasa – como me pasó a mí el otro día con la película de las 50 sombras de Grey – que vamos al cine a ver una peli, con las simples ganas de disfrutar de un rato agradable haciendo algo que nos gusta y al final salimos de la sala pensando “bueno, podría haber esta mejor”. ¡¡Inconscientemente aparecieron mis expectativas!!

Y es que es muy difícil mantenerse neutro en todas las ocasiones y mantenerse totalmente desapegado de absolutamente todo. ¿Por qué? Porque somos seres humanos y tenemos emociones.

Recuerdo esta semana que fui a hacer la compra y tenía la idea de comprar unos caquis. Cuando llegué al súper vi que ese día no tenían caquis, me dio una rabia que me puse de todos los colores durante unos breves segundos, hasta que acepté que no había caquis y me tendría que ir a casa sin ellos. “Bueno, pues vale, que le vamos a hacer…. Otra vez será.”

La verdad es que ahora que lo pienso detenidamente y por algo que he escrito recientemente, me estoy dando cuenta de que he hecho un proceso de duelo en toda regla, automáticamente y sin darme ni cuenta. Que fuerte…. Eso sí, el proceso duró no más de 5 minutos, pero si lo analizo con calma, he pasado por todas y cada una de las etapas del duelo.

Voy a intentar recuperar la escena en mi mente…:

1.  Etapa 1: Negación - Llego al súper, busco los caquis y no los veo: “no puede ser, tiene que haber caquis, estarán en otro sitio”.

2.  Etapa 2: Ira - Tras buscar en toda la sección de frutas y verduras, realmente no están los caquis por ningún lado, eso me dio mucha rabia: “¡¡¡joe hoy no hay caquis, que rabia!!! ¿Por qué no hay caquis? ¿¡Por qué precisamente hoy que he venido justo a por ellos, hoy no hay caquis!?...”

3.  Etapa 3: Negociación - Pues a ver qué hago para comer otra cosa en vez de los caquis que tenía en mente: “si hubiera caquis, no me daría por comer cualquier otra guarreria….”

4.  Etapa 4: Depresión – Me siento mal, porque me doy cuenta de que realmente voy a pasar los próximos 3-4 días sin comer los caquis que tanto me gustan. Vaya por Dios…

5.  Etapa 5: Aceptación – “Al final me quedo sin caquis sí o sí, así que más vale que no le siga dando más vueltas al tema y asuma que hoy ya no quedan caquis”. Eso no está en mis manos y no hay nada que yo pueda hacer, así que tengo que buscar otra fruta alternativa, o simplemente soltar la idea de que quería comer caquis a toda costa. O ir a otro súper...

Anda que lo que ha dado de sí el temita de las expectativas, ¿eh? Sin comerlo ni beberlo he pasado por un mini-proceso de duelo del que no me he dado cuenta hasta 4 días más tarde y porque se me ha ocurrido recordar la anécdota de los caquis!

Menos mal que últimamente estoy aprendiendo a observar mi vida con atención plena y soy más consciente de las cosas, porque si llego a estar dormida del todo, ¡no sé qué sería de mí! (con esto quiero decir de que a pesar de intentar ser consciente, todavía tengo muuucho camino por recorrer, porque me doy cuenta de que todavía no me entero de que va esto de prestar atención a las cosas que me pasan en la vida…).

Lo dicho, que hay que intentar ir por la vida sin esperar nada de las cosas que hacemos ni de las personas con las que nos relacionamos, porque nos podemos llevar muchas decepciones y la vida ya es lo suficientemente complicada  como para que nosotros añadamos complicaciones extras porque nos da la gana.

Lo que tenemos que hacer es disfrutar de cada momento como si fuera lo último que hiciéramos en la vida, y punto.

 



jueves, 19 de febrero de 2015

50 SOMBRAS DE GREY – LA PELÍCULA





Esta tarde tenía varios planes hechos y aunque desde que se estrenó planeaba sobre mi cabeza la idea de ir al cine a ver la famosa película de Grey, quería ir a la charla de un compañero de clase, cosa que al final he tenido que cancelar porque se me había olvidado que tenía otra reunión (a la que sinceramente no me apetecía nada ir, no tenía ni apuntada en mi agenda y que me han recordado esta misma mañana), así que tristemente terminé cancelando mi asistencia a la charla de mi compañero y la idea de ir al cine.
Me he ido a hacer unos recados mientras hacía tiempo para la reunión, cuando algo menos de 1h antes de la misma y tras que la mitad del grupo dijera que no se encontraba bien debido a la gripe, catarro y demás virus que corren estas semanas por nuestro país, hemos cancelado la reunión y estamos buscando nueva fecha para la misma.
Me he cogido tal cabreo al pensar que ya no llegaba a la charla de mi amigo y que encima por la hora que era ya se me había estropeado la tarde de cine, que en ese mismo momento he decidido que tenía que hacer algo que me gustara mucho para quitarme la espinita de haber cancelado algo que me apetecía mucho y lo había sustituido por algo que no me apetecía nada y que encima se ha terminado cancelando.
La única alternativa que veía posible era ir al cine, pero pensaba que ya no me daba tiempo… ¡Falsa alarma! Grey me esperaba y aunque había hecho planes preliminares de ir a ver esa peli con mi marido la semana que viene, he asumido la posibilidad de ir a ver la película dos veces. No hay problema. Si mi marido quiere verla finalmente, iré con él en cuanto tengamos ocasión. La apasionada del cine soy yo, así que el riesgo de ver la misma película 2 veces seguidas, es un precio muy bajo para hacer algo tan placentero como sentarme delante de una gran pantalla.
Si eres de los pocos que como yo no te has leído los libros de Grey y quieres ir a ver la película, te recomiendo que dejes de leer este artículo de inmediato, porque a continuación voy a destripar la película por completo de cabo a rabo. QUEDAS AVISADO.
Lo primero que me ha impactado ha sido el armario del famoso Grey. ¡Dios! Es como el de Sexo en Nueva York!!! Que pasada. Uno de mis sueños en esta vida es poder tener un armario de ese calibre en algún momento de mi existencia terrenal. Si se hará realidad o no, solo el tiempo lo dirá. De momento a mí me toca esperar y soñar con que ese delicioso momento llame a mi puerta algún día.
Los actores…  La hija de Melanie Griffith y Don Johnson, que es mona, pero no mata - y encima de ser virgen no sabe lo que es un tanga ni una braga un poco sexy - es totalmente desconocida para mí; lo mismo me pasa con el famoso Grey, creo que no le había visto nunca antes en ninguna película y tampoco mata. O por lo menos a mí no me parecen ninguno nada del otro mundo.
Estos pimpollos acaban de salir de la academia de arte, ¿o qué? Tienen unos cuerpos estupendos no lo niego  (me han sorprendido las quemaduras de Grey en el pecho, no tenía ni idea de eso…) pero no hay en absoluto ninguna clase de química sexual entre ellos. O por lo menos yo no la he visto… Me gusta mucho más la pareja que hacen “Ana” y “Alberto” en VELVET, que estos dos novatos de la gran pantalla. Angelina Jolie y Brad Pitt también tenían muchísima más química en el Sr. y Sra. Smith.
Creo recordar que sí que empecé a leer algunas páginas del famoso libro y si recuerdo bien, el primer impacto de la 1ª vez que se ven los protagonistas, era la bomba (o eso recuerdo yo… ¿o me lo estoy inventando ahora mismo?... ya ni lo se…), pero en la gran pantalla no me ha impactado ni lo más mínimo. Al contrario, me ha parecido muy soso y ni siquiera divertido. Ella, que entra cayéndose al suelo en el despacho y él que está de espaldas con pose interesante y se da la vuelta y se acerca para ayudarle a levantarse del suelo. ¿Se supone que eso es emocionante? Es que ya lo he dicho antes, a mí estos actores, no me transmiten nada…. Y mucho menos la química que yo considero que debería haber entre ellos…
Había leído varias críticas dejando a los actores y a la peli bastante por los suelos y tengo que reconocer que no se alejan mucho de la realidad. Me la esperaba bastante mejor, como peli digo, porque el libro no lo he leído y no puedo opinar si es fiel o no a la escritura original...
La segunda escena que me ha impactado ha sido cuando ella ha visto el helicóptero. ¡Buahhhh, que subidón de adrenalina me ha entrado! Debe de ser por deformación conyugal. Tengo unas cuantas horas de vuelo helicopterianas sobre mis espaldas, así que a mí eso de los helicópteros sí que me mola J
Sigamos… la siguiente escena que también me ha subido la adrenalina por las nubes ha sido precisamente la de volver a volar por las nubes. Cuando han ido al aeropuerto y he visto que iban a volar en un (¿cómo se llama ese bicho que sueltan en el aire y vuela solo???), bueno, como se llame. Cuando he visto toda esa escena, me he puesto a temblar como una hoja soplada por el viento. Qué maravilla, que sensación de libertad. Casi que me he puesto a llorar de la emoción. ¡Estaba temblando! Simplemente me ha encantado. Creo que volar en un bicho de esos va a ser algo que haga en mi vida.
Sexo y erotismo, para mi gusto poco. Según decían las críticas, había poco sexo y efectivamente, me he encontrado con poco sexo. No es que fuera buscando sexo, pero parecía que el libro era bastante erótico y la peli no me ha parecido muy erótica que se diga… A no ser que se considere erótico el que un hombre no pare de hacerle regalos caros a una mujer virgen que siempre lleva unas bragas horrorosas y anti-sexis a más no poder y a la que quiere iniciar en el sado-maso: un coche, un ordenador, ropa, todo tipo de juguetes sexuales (¡una habitación entera con absolutamente todo de color rojo pasión!), viajes inesperados en helicóptero así como en otros elementos volantes y el poder disfrutar de un alojamiento gratis en el piso cuatrocientos de un rascacielos con vistas imponentes de viernes a domingo. Mira, le ha faltado regalarle un poquito de ropa interior en condiciones para los menesteres del contrato…
Por algún otro lado he leído que esta peli era la versión moderna de 9 semanas y media, pero nada que ver. Esta no le llega ni a la suela de los zapatos. O yo estoy anticuada, no lo sé…
Lo que más me ha gustado de ella, ha sido la cara que ha puesto cuando ha entrado en el “cuarto de juegos”. Cara de asombro y sorpresa que sí que me ha dejado con la curiosidad de que la cámara se diera la vuelta y me mostrara a mí también como era el susodicho cuartito rojo… No está mal el cuartito no… jajajaja. Tiene bastantes juguetes potencialmente “dañinos” para mi gusto, pero bueno, si los usan con cautela y sin hacer daño, pues vale.
También me ha gustado (y mucho) que ella pidiera una reunión de negocios para hablar de un contrato de “acuerdos sexuales”. Eso ha sido muy profesional por su parte y ha sabido estar en su lugar en todo momento. Él se ha excitado sobremanera – “te follaría continuamente hasta la semana que viene” - y ella le ha dejado con la miel en los labios. ¡Bravo! Así se hace, los negocios son los negocios y no hay que mezclar las cosas, que luego nos confundimos.
La otra cosa que también me ha gustado mucho es que ella no ha llegado a firmar el famoso contrato en ningún momento de la película. Creo que eso a él le ha excitado todavía más. La agónica espera ha dejado al pobre Grey todo descolocado… ¡o eso he entendido yo!
En la traducción al español, me ha llamado mucho la atención que no hayan sabido traducir de mejor forma el “fisting anal” y el “fisting vaginal”. Señores, eso significa “meter el puño de la mano en el ano y en la vagina”… ¿qué problema tenían los traductores con eso? No lo entiendo… Me puedo imaginar a más de uno con cara de poquer que no haya entendido que era eso del “fisting”, porque de no saber inglés, yo tampoco lo hubiera entendido.
La canción que más me ha gustado de la banda sonora, ha sido la de la 1ª escena del cuarto rojo, así que aquí te dejo el enlace a tal música (la llevo escuchando todo el rato una y otra vez mientras que escribo esto). Crazy in Love de Beyoncé.
El final de la película me ha sorprendido bastante. ¡No sabía que se había acabado! Resulta que tras darle 6 latigazos en el culo con un cinturón de hebilla (yo esperaba ver un culo ensangrentado, pero la peli no es gore, así que nada, me he quedado con las ganas), ella se pone a llorar y le dice que no la vuelva a tocar nunca más. A la mañana siguiente le devuelve el ordenador y el coche y se larga gritándole que ni se le ocurra tocarla. Se mete en el ascensor, se cierran las puertas y…. SE ACABÓ! ¿?????? Señores, ¡¡que alguien me cuente qué pasa en el segundo libro por favor!! Entiendo que si hay 3 libros significa que vuelven a juntarse para más torturas físicas, pero de momento me quedaré con las ganas de saberlo.
Uffff, que a gusto me he quedado tras destripar un poquito de nada la peliculita de marras. No sé si alguien habrá llegado a leer esto hasta el final, pero yo me lo he pasado pipa escribiéndolo. Si tú has llegado hasta el final de este (extenso) texto, espero que ya hubieras leído el libro o visto la peli!
¡Buenas noches mundo!
 
 


miércoles, 18 de febrero de 2015

JAULA DE GRILLOS

 
 
Resulta que de tanto escribir puede que me esté pasando 3 pueblos y medio. Me dijeron que mínimo escribiera unas 600 palabras para los artículos de mi blog profesional y me encuentro escribiendo artículos de 1,200… Ni tanto ni tan calvo, tengo que encontrar un punto intermedio...
Y es que cuando uno menos se lo espera aparece la inspiración como por arte de magia. Será por lo mucho que me gusta escribir, que aunque me cueste arrancar la pluma luego parece que me quedo sin tinta!
En tan solo 4 o 5 días de decidir escribir en mi blog personal y ponerme a ello, me he inspirado y  llevo varios días escribiendo para mi blog profesional y haciendo acopio de artículos para poder tener varias semanas seguidas cubiertas. Hay que aprovechar las buenas rachas!
Ahora ya ni me pongo el despertador. Mi cuerpo sabe que por la mañana es cuando estoy más activa y ya a las 7am me despierta relajadamente y rápidamente me pongo a preparar el desayuno, mientras “hago los deberes del día” (escribir), antes de ir a mi sesión matutina de gimnasio. Me pongo las pilas en un santiamén con tanta actividad y me encanta!
Hoy no tengo ningún tema concreto para hablar, aunque si lo pienso bien, hay un montón de cosas que me pasan durante el día, de las que hablaría y haría reflexiones personales simplemente para mí, porque me apetece y porque sé que luego es divertido compartirlas contigo.
Ayer me quede sin batería en el móvil así que aproveché un trayecto de metro para hacer lo que a menudo me gusta hacer: observar a la gente. Es divertido ver como hoy en día la mayoría de las personas están totalmente absorbidas por sus pantallas de móvil (desafortunadamente, yo me incluyo en ese gran grupo); algunas otras leen (en tabletas, ebooks, libros o periódicos) y las que menos, observan a los demás, o simplemente miran distraídos a cualquier lugar mientras llegan a su destino.
Así que ayer me puse a observar a la gente y pensé que si todos pensáramos en voz alta, se montaría una buena y el vagón de metro parecería una jaula de grillos.
En una de las paradas subió un caballero que venía hablando consigo mismo. Era un hombre de unos 60 y pico años que iba hablando en voz baja, pero que se veía perfectamente que iba pensando en voz alta. Muy cerca de él había un chico con síndrome de down, de unos 30 años que hasta ese momento no había llamado la atención, pero en cuanto vio a este caballero hablando en voz alta, comenzó él también a hablar en voz alta.
Así que allí teníamos a 2 desconocidos hablando en voz alta (vaya Vd a saber de qué hablaba cada uno, porque yo ya no presté atención a ese detalle en concreto) y al resto del vagón mirando a uno y a otro con cara de extrañeza, desagrado, o asombro.
Y yo me reía para mis adentros mirando a muchos de esos extrañados e intentaba imaginarme que estarían pensando… Y ahí fue donde se me vino a la cabeza que si cada uno de nosotros pensáramos en voz alta, el vagón se convertiría en una jaula de grillos...